Tener pérdida de audición supone una barrera en muchas situaciones de nuestra vida. Lo que en principio puede pasar desapercibido, poco a poco va influyendo en la manera de relacionarnos, incluso en nuestro carácter y personalidad.
Dejar de participar en conversaciones de grupo, por miedo a “entender mal” o responder con otra cosa, no enterarse de la televisión, no querer hablar por teléfono... son solo algunos ejemplos que podemos empezar a experimentar cuando se tiene una hipoacusia.
Ud. puede tener la sensación de oír bien pero sin embargo, no entender en determinadas circunstancias. No espere y revise su audición.